Basándonos en las palabras de Ariel Gravano, podemos ver como los espacios de vivienda, ya sean barrios o villas para este caso, son conformadoras de un imaginario social, político y cultural, producto del choque entre lo tradicional y el progreso que se introduce en estos espacios. Tensión que levanta una revisión del pasado por partes de sus habitantes, que los lleva a conformar un conjunto de valores y paradigmas de lo que significa habitar aquel lugar, tales como la solidaridad vecinal, la confianza entre sus habitantes y los conocimientos mutuos que comparten. De ahí revisar la historia fundacional de la villa Nazareth.

La naturalización ideológica de estos discurso producto de estas relaciones sociales, lleva a despertar un sentimiento de pertenencia en sus habitantes, en este caso de la villa Nazareth, de la cual nosotros buscamos rescatar su historicidad a la luz de su identidad. Evidenciando el horizonte simbólico y valórico de las identidad conformada por sus habitantes, como una construcción social y activa.





Para lo anterior es que entenderemos el concepto de identidad, como el rescate y reivindicación de aquellos valores que conforman la villa, tales como convivencia, modos de actuar y gestionar la vida cotidiana. Construyendo una metáfora de lo que significa vivir en aquellos espacios como la villa. Donde identidad, “no se reduce a vivir en un barrio sino a apropiarse y producir los significados que este horizonte simbólico contiene, como competencias para expresarse, mediante representaciones y prácticas, en distintos contextos espacio-sociales.”[1]

Cabe destacar que la cultura tiene un lugar privilegiado en la producción de discursos sobre identidad, entendiendo cultura como metáforas ante que solo producciones, al ser un instrumento que permite la construcción de identidades. De ahí su rescate.




[1] Ariel Gravano (2008). Imaginarios barriales y gestión social. IX Congreso Argentino de Antropología Social. Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales - Universidad Nacional de Misiones, Posadas. Pág. 6